Desplegar un Fondo y Conquistar Mercados: Cómo Abrir un Fondo de Inversión en Hong Kong

11.09.2025
Desplegar un Fondo y Conquistar Mercados: Cómo Abrir un Fondo de Inversión en Hong Kong
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Abrir un fondo de inversión en Hong Kong se ha convertido en un movimiento estratégico para corporaciones y grandes patrimonios que buscan una puerta sólida hacia Asia y un imán natural para el capital internacional. La jurisdicción mantiene su estatus como uno de los centros financieros más influyentes del mundo gracias a una regulación clara, un sistema jurídico estable y una conexión directa con la China continental. Aquí se concentran bancos líderes, gestoras globales e instituciones que marcan la agenda del sector, creando un ecosistema perfecto para lanzar vehículos de inversión competitivos.

En un momento de competencia feroz entre jurisdicciones, Hong Kong sigue destacando por algo que pocos pueden ofrecer: flexibilidad sin caos y protección legal sin rigidez, un equilibrio que atrae a quienes piensan en grande.

En este material se desgranan todos los elementos esenciales para abrir un fondo de inversión en Hong Kong: elección de la estructura jurídica adecuada, cumplimiento normativo, proceso de presentación de documentos, relación con bancos custodios y particularidades del régimen fiscal.

El lector podrá entender cómo registrar un fondo conforme a la ley vigente, qué ventajas ofrece cada modelo y qué puntos críticos deben observarse para cumplir con los procedimientos de compliance y garantizar la protección de los inversores.

Por Qué Lanzar un Fondo en Hong Kong: Motivos Económicos y Jurídicos que Impulsan la Decisión

Para el negocio internacional, crear un fondo de inversión en Hong Kong dejó de ser simplemente elegir un lugar donde registrar una estructura. Se convirtió en una herramienta estratégica para acceder a capital global y entrar con autoridad en los mercados asiáticos. La ciudad combina un enfoque regulatorio flexible, una banca robusta y una puerta directa hacia la China continental, lo que la sitúa por encima de muchas alternativas del mapa financiero mundial. Aquí el inversor no solo opera bajo un marco jurídico sólido: obtiene espacio real para diseñar estrategias a largo plazo en medio de una competencia global feroz.

El proceso de registro de un fondo en Hong Kong funciona como una señal pública de transparencia y seriedad. El entorno regulatorio está diseñado para filtrar proyectos improvisados y, al mismo tiempo, dar a los gestores solventes toda la libertad necesaria para crecer. No sorprende que los grandes jugadores institucionales —bancos de inversión, aseguradoras, fondos de pensiones— utilicen esta jurisdicción como plataforma para administrar capital global.

Uno de los pilares es la solidez del sistema financiero. A diferencia de muchos territorios offshore, Hong Kong cuenta con un regulador real y activo: la Securities and Futures Commission (SFC). Para los inversores, esto significa reglas claras y previsibles; para los gestores, reconocimiento y confianza de los contrapartes: aquí el cumplimiento no es un adorno, es una credencial.

Entre los beneficios que más pesan para las corporaciones destacan:

  • acceso directo al principal centro financiero de Asia y a los flujos de capital procedentes de China continental;
  • protección jurídica basada en el common law británico, ajustado a los estándares internacionales;
  • ausencia de impuestos sobre las ganancias derivadas de operaciones con valores;
  • una extensa red de tratados de doble imposición con países clave;
  • reconocimiento internacional que facilita la apertura de cuentas y el trabajo con bancos globales.

Para muchos empresarios, crear un fondo en Hong Kong no es solo una cuestión fiscal: es una decisión reputacional. La jurisdicción no carga el estigma de los paraísos fiscales clásicos; al contrario, se asocia con transparencia, supervisión estricta y estándares elevados. Esa reputación es esencial para quienes pretenden trabajar con instituciones globales o captar capital institucional.

Desde el punto de vista normativo, Hong Kong ofrece varias herramientas legales que permiten estructurar fondos según el perfil del inversor: las Open-ended Fund Companies (OFC), el régimen de Limited Partnership Funds (LPF) y los mecanismos para esquemas públicos de inversión colectiva bajo supervisión de la SFC. Cada modelo cumple una función distinta, pero todos comparten un mismo principio: proteger al inversor y garantizar la integridad del vehículo.

El atractivo también pasa por la infraestructura. En Hong Kong operan depositarios internacionales, gestoras de activos, bancos locales con experiencia en fondos y proveedores especializados. Esto permite que un fondo funcione como un actor global sin construir redes paralelas fuera de la jurisdicción.

El factor humano tampoco falta: la ciudad concentra abogados, auditores, consultores y especialistas en estructuración de fondos con estándares internacionales. Para una gestora, esto significa menos riesgo de errores y una ejecución más estable.

En conjunto, todo este ecosistema —reguladores, bancos, consultores, legislación, talento— forma un entorno pensado para impulsar la actividad de inversión. Y precisamente por esa alineación entre todos los elementos, cada vez más inversores consideran Hong Kong como una base ideal para establecer sus fondos y expandir su presencia en Asia y en el mundo.

Dominar las Reglas del Juego: Cómo Funciona el Marco Legal de los Fondos de Inversión en Hong Kong

La normativa que regula los fondos en Hong Kong se construye sobre dos pilares innegociables: transparencia y protección del inversor. El órgano que dicta y supervisa estas reglas es la Securities and Futures Commission (SFC), que establece requisitos para gestores, administradores y estructuras de fondos. Para el inversor significa algo sencillo pero crucial: cada paso del proceso de creación de un fondo se desarrolla bajo vigilancia clara y predecible.

Obtener la licencia SFC Type 9 en Hong Kong es obligatorio para cualquier empresa que pretenda gestionar activos dentro de la jurisdicción. Esta licencia autoriza formalmente la gestión de carteras y convierte una operación financiera en actividad legal. Sin este permiso, el manejo de activos es considerado ilegal, razón por la cual muchos emprendedores recurren a consultores especializados para preparar con precisión la documentación y minimizar riesgos de rechazo.

Quienes analicen la posibilidad de lanzar un fondo de inversión en Hong Kong deben entender que la estructura del fondo depende del público objetivo y de las metas estratégicas. Los fondos públicos requieren autorización de la SFC y deben cumplir con el UT Code (las normas para fondos autorizados), mientras que los fondos privados disfrutan de un registro más sencillo, siempre que cuenten con un gestor debidamente licenciado.

En los últimos años la figura de la Open-ended Fund Company (OFC) ha ganado enorme popularidad. Este tipo de fondo se constituye como una empresa con capital variable, más cercana a un diseño corporativo que a un esquema fiduciario. Permite flexibilidad en la emisión y el reembolso de acciones y opera bajo un marco claro: al menos dos directores, un gestor con licencia SFC y un custodio independiente responsable de la seguridad de los activos del fondo. La SFC supervisa que todos estos elementos funcionen en armonía.

A la par, el régimen de Limited Partnership Fund (LPF) se ha consolidado como alternativa frecuente. Esta estructura está regulada por una ley específica que exige un socio gestor con responsabilidad plena y, al menos, un socio limitado. Además, la normativa obliga a designar un “responsible person” encargado de cumplir las reglas AML, una exigencia alineada con los estándares globales de compliance.

Un punto muy atractivo para inversores internacionales es que todas estas estructuras operan bajo el derecho corporativo hongkonés, basado en el common law inglés. Esto reduce fricciones legales: los contratos se entienden fácilmente, las reglas son predecibles y los riesgos jurídicos se mantienen bajo control, incluso al trabajar con contrapartes extranjeras.

A la hora de elegir modelo, la estrategia dicta el camino. Si la intención es crear un fondo que opere en Hong Kong y gestione dinero de clientes minoristas, la autorización de la SFC es obligatoria. Para fondos privados, el abanico es más flexible, pero siempre bajo la misma premisa: respeto estricto de las reglas de gestión y presentación periódica de informes.

En un ecosistema tan competitivo, este marco legal actúa como garante, ofreciendo seguridad a los inversores y libertad operativa a los gestores que saben manejarlo.

Elegir la Forma Correcta: Tipos de Fondos de Inversión en Hong Kong y Cómo Escoger el Modelo Ideal

Cuando un emprendedor decide crear un fondo de inversión en Hong Kong, el primer paso —y quizá el más decisivo— es elegir la estructura jurídica adecuada. Este detalle define la relación con los inversores, las obligaciones regulatorias y hasta la viabilidad del proyecto. Un error en este punto puede complicar el proceso de licencia, por eso el análisis previo es imprescindible.

Al estudiar las opciones disponibles, las estructuras de fondos en Hong Kong suelen dividirse en tres grandes categorías:

  • Open-ended Fund Companies (OFC),
  • Limited Partnership Funds (LPF),
  • estructuras fiduciarias (trastes).

A esto se suma la clasificación por acceso: fondos públicos y fondos privados, diferenciados por el nivel de supervisión de la SFC y por quién puede participar en ellos.

En los últimos años, la OFC se convirtió en la figura más popular. Una OFC es una compañía con capital variable, que permite emitir y recomprar acciones a demanda de los inversores. Para registrar una OFC en Hong Kong se exigen al menos dos directores, un custodio independiente y un gestor de activos con licencia. Esta estructura ofrece flexibilidad operativa y encaja tanto para fondos privados como para fondos ofrecidos al público.

Como alternativa, el formato LPF mantiene su fuerza, especialmente entre fondos de capital riesgo y estructuras privadas. Un LPF necesita un socio general (con responsabilidad plena) y como mínimo un socio limitado. El control se concentra en el socio general, mientras que los participantes limitan su riesgo al monto comprometido. Es una forma ágil, ideal para inversiones privadas y clubes cerrados.

Para proyectos dirigidos a una audiencia amplia, existe la opción del fondo público. Este tipo requiere aprobación previa de la SFC y cumplimiento estricto del UT Code, lo que implica estándares reforzados de divulgación, auditoría y gobierno corporativo. La ventaja: acceso a un público masivo y a inversores institucionales.

Cuando el objetivo es trabajar con un grupo reducido, lo habitual es registrar un fondo privado en Hong Kong. Estos vehículos operan con requisitos de divulgación simplificados, aunque deben contar con un gestor licenciado y cumplir las normas AML. Suelen emplearse para patrimonio familiar y estrategias exclusivas.

También existe el modelo tradicional: una compañía limitada que opera como fondo corporativo. Este formato funciona bien cuando la estructura planea combinar actividad operativa e inversión, aunque implica obligaciones contables y societarias más estrictas.

Por último, los gestores que buscan estabilidad y protección para una base amplia de partícipes a veces optan por un trust fund. En este esquema, el fiduciario (trustee) custodia y administra los activos. Es una estructura clásica, apreciada en fondos de tipo minorista y en proyectos que requieren un nivel alto de seguridad jurídica.

Formato del fondo

Rasgos principales

Participantes objetivo

OFC (Open-ended Fund Company)

Capital variable, mínimo dos directores, custodio independiente, gestor licenciado

Fondos privados y públicos; opción universal

LPF (Limited Partnership Fund)

Socio general + socios limitados; flexibilidad; foco en compliance

Venture capital, inversiones privadas, fondos cerrados

Fondo público

Autorización obligatoria SFC; reglas estrictas de divulgación

Inversor masivo e institucional

Fondo privado

Acceso limitado; divulgación simplificada

Patrimonio familiar, grupos exclusivos

Fondo fiduciario (trust)

Custodio-gestor; formato tradicional para fondos abiertos

Inversores minoristas, proyectos conservadores

La forma óptima depende del tipo de inversor, de las herramientas financieras que utilizará el fondo y del nivel de compromiso regulatorio que está dispuesto a asumir. Elegir bien no solo facilita la licencia: determina la estabilidad y el éxito del proyecto en el largo plazo.

Cómo Constituir un Fondo de Inversión en Hong Kong: Guía Clara del Proceso Formal

Muchos emprendedores que planean entrar en los mercados asiáticos se encuentran con la misma duda: cómo registrar un fondo de inversión en Hong Kong y qué exige el regulador en cada etapa. Lo primero es entender que el procedimiento depende directamente de la forma jurídica elegida. Cada estructura —OFC, LPF o trust— funciona con su propio conjunto de reglas.

Aun así, existe una secuencia común que siguen casi todos los solicitantes: preparar un paquete documental completo, designar un gestor autorizado y coordinar el proceso con la Securities and Futures Commission (SFC).

Para comprender cómo abrir un fondo en Hong Kong, conviene identificar los componentes esenciales. La autoridad supervisora exige evidencia de que el fondo cuenta con un gestor debidamente licenciado, un custodio independiente y una estructura de gobierno corporativo coherente. Si alguno de estos elementos falta, la solicitud se rechaza. También resulta clave clasificar el fondo como público o privado, ya que los requisitos difieren sustancialmente.

Los tres pasos obligatorios del registro de un fondo en Hong Kong:

  1. Preparación de los documentos constitutivos y del marco corporativo.
  2. Presentación de la solicitud ante la SFC o el Companies Registry, según el tipo de estructura.
  3. Obtención del certificado de registro y de la licencia para la gestión de activos.

Desde un punto de vista práctico, el eje del proceso es un paquete documental impecable. Los solicitantes suelen presentar:

  • el acuerdo de constitución o los estatutos;
  • información sobre directores o socios;
  • prueba de la existencia de un gestor con licencia;
  • contrato con un custodio autorizado;
  • estados financieros o evidencia del capital aportado;
  • nombramiento del responsable de AML/CTF.

En estructuras corporativas como la OFC, el estatuto debe detallar el mecanismo de emisión y reembolso de acciones, las normas contables y la distribución de responsabilidades entre directores.

Para un LPF, el documento clave es el acuerdo de asociación, donde se fijan los poderes del socio general y los derechos de los socios limitados.

La inscripción de un LPF en Hong Kong sigue un procedimiento independiente: la solicitud se presenta a través de un abogado licenciado o un bufete autorizado, y en el registro se anotan los socios, la dirección oficial y el responsable de cumplimiento.

En cambio, la constitución de una OFC en Hong Kong se tramita ante la SFC, que revisa y aprueba tanto al gestor licenciado como al custodio antes de otorgar la autorización.

El regulador evalúa el mandato de inversión, el nivel de divulgación y la arquitectura del sistema de control de riesgos. Si todo encaja, la SFC emite la aprobación, permitiendo la oferta pública o privada de instrumentos del fondo.

No se debe pasar por alto que la licencia de gestión de activos es obligatoria. Sin una Type 9 License, ninguna entidad puede gestionar carteras de inversión de forma profesional en Hong Kong.

Comparativa de procesos según la estructura del fondo

Etapa

OFC (estructura corporativa)

LPF (sociedad limitada por socios)

Registro

A través de SFC; requiere gestor licenciado y custodio independiente

A través del Companies Registry; la solicitud la presenta un abogado

Documentos

Estatuto OFC, datos de directores, contrato de custodia

Acuerdo de partnership, datos de socios, responsable AML

Licencias

El gestor debe poseer Type 9 License

El GP o gestor necesita licencia si realiza gestión activa

Plazos

Aproximadamente 2–3 meses con preparación adecuada

Entre 4 y 8 semanas, dependiendo de la complejidad

Crear un fondo en Hong Kong exige precisión jurídica y planificación, pero el resultado es una estructura capaz de operar en uno de los ecosistemas financieros más respetados del mundo. Cuando el modelo está bien diseñado, la autorización llega sin fricciones y el fondo puede funcionar con alcance global desde el primer día.

La Infraestructura Bancaria del Fondo: Cómo Abrir una Cuenta Operativa en Hong Kong

En los proyectos de gestión de capital, constituir el fondo es solo el comienzo. Para operar de verdad hace falta el siguiente pilar: una cuenta bancaria corporativa, el canal por el que circularán inversiones, pagos, suscripciones y reembolsos. Sin ella, el fondo existe en papel, pero no en la práctica.

Los reguladores insisten en que abrir una cuenta bancaria para un fondo en Hong Kong solo es posible si se presenta un paquete documental completo: estatutos, documentos constitutivos, licencia del gestor, contrato con el custodio y toda la estructura accionarial claramente descrita. Cualquier discrepancia puede frenar el proceso durante semanas, por eso la preparación debe hacerse con margen.

Para las estructuras que aspiran a trabajar con socios internacionales, resulta esencial abrir un corporate account en Hong Kong para el fondo de inversión. A diferencia de las cuentas personales, las cuentas corporativas pasan por un proceso de aprobación propio donde los bancos analizan la propiedad, el número de partícipes, el volumen previsto de transacciones y el origen económico del capital. La transparencia es la piedra angular: ningún banco abrirá la puerta si no entiende de dónde vienen los fondos.

En la práctica, los bancos de Hong Kong se dividen en categorías según su disposición a trabajar con fondos:

  • los bancos internacionales aplican criterios estrictos, pero ofrecen servicios premium;
  • los bancos locales suelen ser más ágiles y flexibles, aunque pueden limitar la operativa con clientes extranjeros;
  • los bancos especializados en inversiones están orientados a fondos, pero su acceso es más limitado.

El corazón del proceso es el due diligence bancario. La revisión incluye:

  • verificación de identidad de directores y beneficiarios;
  • análisis del modelo de negocio y de la estrategia de inversión;
  • evidencia documentada del origen del capital;
  • prueba de la dirección registrada en Hong Kong.

Los bancos tratan a un fondo como a un socio a largo plazo. No buscan rapidez, sino claridad y fiabilidad. Por eso los abogados recomiendan preparar además del paquete básico un business plan, previsiones operativas y cualquier evidencia que demuestre estabilidad. Todo esto acelera la decisión.

Junto con la cuenta corporativa, muchos fondos necesitan un investment account en Hong Kong, destinado específicamente a la custodia y gestión de activos. Este tipo de cuenta requiere controles internos reforzados y reportes adicionales, ya que está orientada al movimiento y almacenamiento de inversiones, no solo a la operativa diaria.

En situaciones en las que el cliente necesita abrir una cuenta para un fondo en Hong Kong con urgencia, los bancos suelen pedir cartas de recomendación, informes de auditores o avales de despachos legales que acrediten la trayectoria y fiabilidad del gestor. Tener historial bancario positivo en otra entidad también ayuda.

Comparativa de tipos de bancos y sus características al abrir cuentas para fondos

Categoría de banco

Características de apertura

Ventajas

Dificultades potenciales

Bancos internacionales (HSBC, Standard Chartered)

Procesos largos, due diligence exhaustivo

Reputación global, servicios premium, facilidad para transferencias internacionales

Requisitos financieros elevados, escrutinio máximo

Bancos locales de Hong Kong

Revisión más flexible, trámites más rápidos

Respuesta ágil, mayor adaptación a proyectos locales

Restricciones al operar con clientes de algunas jurisdicciones

Bancos especializados en inversiones

Enfoque total en fondos y gestión de activos

Productos hechos a medida, servicios expertos

Acceso limitado, perfiles muy segmentados

Contar con una cuenta corporativa activa es un sello de legitimidad ante inversores y socios. Para muchos gestores, este paso es tan importante como la propia constitución del fondo. Un banco que confía en la estructura envía un mensaje claro al mercado: el proyecto es serio y está preparado para operar a escala internacional.

El Mapa Fiscal del Inversor: Cómo Funciona la Tributación de Fondos en Hong Kong

Para quienes deciden abrir un fondo de inversión en Hong Kong, el régimen fiscal suele ser uno de los argumentos más convincentes. Pocas jurisdicciones combinan con tanta precisión baja carga tributaria, estabilidad regulatoria y un entorno legal que incentiva la actividad inversora. Hong Kong no compite por ser el paraíso más barato, sino el más predecible, y eso lo convierte en la puerta de entrada ideal para capital internacional.

Cuando hablamos de impuestos para fondos en Hong Kong, la pieza central es el impuesto corporativo sobre beneficios:

  • 16,5% para sociedades,
  • 15% para empresarios individuales.

Pero estas cifras engañan si se miran aisladas: la legislación ofrece una serie de exenciones que permiten a los fondos operar sin sufrir doble imposición y optimizar de forma real la carga fiscal.

El sistema parte del principio de territorialidad: solo tributa la ganancia con origen en Hong Kong. Si un fondo obtiene ingresos fuera de la jurisdicción, estos quedan fuera del ámbito impositivo. Para los vehículos que invierten a escala global, esta regla reduce el coste fiscal de manera drástica.

Uno de los instrumentos más potentes son las exenciones fiscales para fondos en Hong Kong. Si el fondo está registrado y gestionado de acuerdo con las normas de la SFC, las ganancias procedentes de operaciones con valores y derivados no están sujetas a impuestos. Esta ventaja se aplica tanto a las estructuras corporativas como a los LPF, garantizando igualdad de oportunidades entre distintos modelos.

El impuesto corporativo clásico solo aparece cuando el fondo genera ingresos ajenos a la actividad inversora. Por ejemplo, si posee un inmueble y recibe renta por alquiler, ese ingreso sí tributa al 16,5%. Pero en todo lo relacionado con títulos, derivados y actividades puramente financieras, la ley protege al inversor mediante una exención explícita.

Tributación según tipo de ingreso

Tipo de ingreso

¿Tributa?

Comentario

Ganancias por operaciones con valores

No

Exención completa si se cumplen normas SFC

Ingresos por alquiler de inmuebles en HK

Se aplica 16,5% de impuesto corporativo

Beneficios de inversiones extranjeras

No

Principio territorial: no se grava lo generado fuera de HK

Intereses por depósitos bancarios

No

Exento según legislación

Beneficios por estrategias de cobertura

No

Extensión natural de la exención para fondos

Un capítulo aparte merece la fiscalidad de los LPF. Las sociedades de responsabilidad limitada por socios no pagan impuesto a nivel del fondo: los ingresos se imputan directamente a los socios según su país de residencia. Esto abre la puerta a estructuras de planificación fiscal internacional, donde cada inversor declara según las reglas de su jurisdicción sin que Hong Kong intervenga.

En conjunto, las tasas fiscales para fondos en Hong Kong son de las más competitivas de Asia. Su flexibilidad permite crear vehículos que gestionan capital con eficiencia y sin una presión fiscal excesiva. Esta combinación —claridad regulatoria, exenciones y territorialidad— mantiene a Hong Kong en la cima como jurisdicción preferida para inversores globales.

Conclusión: Lanzar un Fondo en Hong Kong Como Puerta de Entrada al Capital Global

Decidir crear una estructura de inversión colectiva en Hong Kong se ha convertido en uno de los movimientos más efectivos para entrar en los mercados asiáticos y atraer capital internacional. La jurisdicción combina regulación rigurosa con un régimen fiscal flexible, una fórmula que mantiene su atractivo para inversores institucionales y privados por igual.

Para los emprendedores que buscan construir una plataforma de gestión de activos en este entorno, el éxito depende de una ejecución impecable: elegir la forma jurídica adecuada, pasar por el proceso de licencia del gestor y abrir una cuenta corporativa que permita operar sin fricciones. Con el acompañamiento adecuado, el fondo no solo obtiene estabilidad legal, sino que también adquiere una ventaja competitiva tangible en el escenario global.

Hong Kong ofrece estructura, claridad y proyección. Para quienes saben aprovecharlo, se convierte en un punto de partida capaz de impulsar la expansión internacional del fondo.

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